Uno de los sistemas más importantes del cuerpo humano es el inmunológico, encargado de proteger al organismo contra la agresión o presencia de agentes patógenos y elementos tóxicos; entre los primeros se encuentran todos los microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos y entre los segundos, todos los contaminantes ambientales y venenos.
Son muchos los órganos y elementos corporales que forman parte del sistema inmunológico.
Entre ellos están la piel, las lágrimas, los mocos, el sudor, la sangre, el sistema linfático formado por los ganglios y la cerilla de los oídos.
Los órganos y elementos corporales que forman parte del sistema inmunológico son:
- La piel, que cubre todos los órganos del cuerpo y produce sudor, que ayuda a eliminar sustancias tóxicas que se forman en el interior del cuerpo y produce grasa para que los golpes leves no dañen a los órganos internos.
- Las lágrimas, protegen a los ojos de cualquier elemento extraño, lo limpian expulsando polvo y basuritas principalmente.
- La mucosa de la nariz produce moco, una sustancia que junto con los vellitos, ayuda a detener microbios, basuritas, polen o sustancias tóxicas, que producen enfermedades y en muchas personas, también alergias.
- Dentro del oído se produce cerilla o cerumen, que es una grasa amarillenta que detiene y evita que entren microbios y basura.
Pero si bien estos órganos actúan como escudos, para evitar que entren sustancias y elementos que pueden causar alguna enfermedad, los verdaderos defensores son los glóbulos blancos, que se localizan en la sangre y que tienen la misión de encontrar, identificar y aniquilar los microbios y elementos nocivos que logran entrar a nuestro cuerpo.
Como fortalecer al sistema inmunológico
Aunque su misión es defendernos del ataque de microorganismos infecciosos, hay ocas iones en que el sistema inmunológico se debilita y pierde la “batalla”, lo que generalmente ocurre al seguir dietas deficientes en nutrientes, no practicar ejercicio, padecer estrés y tener edad avanzada.
El sistema de defensas que protege a nuestro organismo de las agresiones externas funciona como una especie de lupa que circula por todo el cuerpo para reconocer elementos extraños (también llamados antígenos) y reaccionar contra ellos; éstos incluyen virus, bacterias, hongos, órganos y tejidos trasplantados de otro individuo o tumores.
Los órganos en donde se aloja el sistema inmunológico se denominan linfoides, e incluyen las siguientes estructuras:
El adenoides, las amígdalas, apéndice, el bazo, la médula ósea, los nódulos linfáticos, la placa de Peyer, el timo, los vasos linfáticos y los vasos sanguíneos.
Para mantenerse siempre fuerte
La mala alimentación, falta de ejercicio, fumar, consumir bebidas alcohólicas y estrés son factores que propician debilitamiento del organismo y ocasionan que el sistema inmunológico no reaccione ante las agresiones externas, lo que deriva en frecuentes e intensas enfermedades infecciosas. Por lo anterior, es muy importante cuidar los siguientes aspectos:
- Alimentación: Es fundamental mantener una sana y buena alimentación nunca olvide incluir comestibles de los diferentes grupos: carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales.
- Deporte: Es importante mantener una actividad física. Lo más recomendable es prac ticarlo de 3 a 4 veces a la semana durante 20 ó 30 minutos; puede optarse por caminata, natación, montar bicicleta, etc.
- Productos nutricionales: Otra manera de fortalecer nuestras defensas es consumiendo productos nutricionales cuidando nuestro organismo, protegiéndolo de enfermedades.
- Elimine el estres: El estrés afecta gravemente la salud, por esto deben realizarse actividades de recreación y entretenimiento.
Como puede ver, hay muchas acciones que en conjunto pueden ayudarle a proteger su sistema inmunológico, así que actúe, recuerde que más vale prevenir que lamentar.